miércoles, 27 de abril de 2011

Ejercicio de amor

Por Kevin Saslavchik. Publicidad. Turno Tarde.

Amor. ¡Ja! Amor. Otra vez. ¿Para qué me preguntás si ya sabés? Te lo dije. ¿De qué sirve hablar todas las semanas? Termina, me voy a mi casa y pienso que está todo bien. Claro, no pienso en eso. Pero vuelve. Vuelve, eh. Como un mosquito; no para. Va a una oreja, va a la otra. La escuchás, pero no sabés donde está. Es como esa música que no tenés idea de dónde sale. Qué bronca. Ya sé que vos me das cosas pero a veces siento que necesito una ojota para aplastarlo. Así de simple. La mato y listo. ¿No tenés algo así? No, nosotros no, pero los japoneses, los ingleses, esos deben tener algo así. Estamos atrasados acá. Y mirá que yo sigo con eso de los colores, las formas. Que si son dos personas, son tres, es un corazón, es un pájaro. Ya ni me acuerdo cómo se llamaba eso que me enseñaste. ¿Hedoneidad? ¿Idoneidad? No sirvo para esto, es incomprensible. Mejor necesito alguien que me empuje y listo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario